La transformación digital, el nuevo reto de la agricultura
Futurcrop - 21-03-2019
Es frecuente ver imágenes de agricultores que prefieren destruir sus cosechas antes que vender a unos precios que no consideran justos, o que están por debajo de sus costes. ¿Cómo es posible que si se reducen los márgenes de los agricultores no consiguen reducir sus costes?
La transformación digital de la agricultura
Es frecuente ver imágenes de agricultores que prefieren destruir sus cosechas antes que vender a unos precios que no consideran justos, o que están por debajo de sus costes. ¿Cómo es posible que si se reducen los márgenes de los agricultores no consiguen reducir sus costes?
Frecuentemente el sector solicita ayuda en modo de subvenciones, o pide la regulación de la comercialización de los productos agrícolas. Pero ¿en qué medida han modificado los agricultores sus modos de producción utilizando las nuevas tecnologías digitales? ¿Cuántos agricultores han modernizado sus procesos de producción en los últimos 5 años? ¿Conocen las características de sus terrenos para realizar dosis de siembra variables? ¿Modifican anualmente las dosis de insumo que aplican a los cultivos, dependiendo de los múltiples valores que condicionan su eficiencia?
La transformación digital de la agricultura se refiere al proceso por el que las nuevas tecnologías intervienen en la automatización de tareas y la gestión inteligente de la información para conseguir una agricultura eficiente, rentable y respetuosa con el medioambiente. Cada vez más, la digitalización de la agricultura no es una opción, sino el elemento clave de la competitividad de los productores y de la calidad de los alimentos que produce. Por este motivo, el concepto de agricultura digital o agricultura de precisión centra hoy el debate de la futura Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea para el período 2021-2027.
La transformación digital de la información es un proceso que el resto de sectores productivos inició hace más de 30 años. Pero la agricultura actual apenas es una agricultura digitalizada. El sector agrícola vive aún en los rescoldos de la última revolución agrícola: la intensificación en el uso de insumos, el monocultivo, la utilización de los cultivos más productivos, etc. Sin embargo, el reto de la agricultura del futuro no consiste en reducir el número de especies cultivadas a las más productivas, el desarrollo de un nuevo producto químico que incremente la producción, la utilización de productos “bio”, o la introducción de nuevas tecnologías mecanizadas. El actual reto de la agricultura consiste principalmente en la automatización de procesos y en la incorporación de tecnologías que permitan la gestión del máximo de información posible para optimizar sus procesos, disminuir los riesgos, incrementar la productividad, la eficiencia, y disminuir costes.
Se equivoca el que considere la digitalización de la agricultura como un gasto y no como una inversión. La agricultura inteligente maximiza el retorno de la inversión, convirtiéndola en una opción económicamente inteligente y una ventaja competitiva. El uso de las tecnologías tiene un coste, que se ve compensado por el ahorro obtenido, un incremento en el precio de venta de sus cosechas por la mejor calidad del producto, o incluso por dirigir sus productos a diferentes sectores del mercado.
La transformación de la agricultura se produce básicamente en 2 áreas:
La automatización de tareas
Parece razonable invertir en medios mecánicos inteligentes que permitan la disminución de los costes de mano de obra, que actualmente representan el 30% de la producción. Sembradoras y tractores disponen actualmente de tecnologías que permiten sistemas de autoguiado, que permiten el ahorro de insumos, al reducir el número de zonas solapadas en las diversas pasadas entre un 8 y un 12%. Estos sistemas también permite trabajar a cualquier hora del día o de la noche (cuando los insecticidas son más eficientes), o en condiciones climatológicas adversas, trabajar a mayor velocidad, precisión y seguridad.
La gestión inteligente de la información
La gestión de la información es imprescindible para que las decisiones de los procesos agrícolas sean correctas y eficientes. Los sistemas tecnológicos de obtención de información (como redes de sensores inalámbricos, comunicación máquina a máquina) o de gestión de la información (Inteligencia Artificial, análisis productivo, Big Data, etc). facilitan la toma de decisiones inteligentes en la gestión de los recursos naturales (agua, suelo, energía, fertilizantes, etc), permitiendo que los procesos productivos sean más eficaces, y con menores costes. Además, una agricultura más eficiente en la gestión de insumos reduce los efectos perjudiciales de una agricultura intensiva.
La gestión inteligente de la información es una ventaja competitiva diferenciadora que permite incrementar la productividad y reducir los costes de las empresas. En la agricultura, por ejemplo, mediante el uso de sensores se pueden especificar las zonas de los campos que necesitan tratamientos químicos específicos, reduciendo los tratamientos generalizados, con el consiguiente beneficio medioambiental y la reducción de costes. Mediante Sistemas Expertos en el control y gestión de plagas es posible planificar los tratamientos (químicos o biológicos) para realizarlos en el momento de mayor vulnerabilidad de la plaga, minimizando así los riesgos, incrementando la eficiencia, reduciendo los costes y beneficiando la sostenibilidad medioambiental.
Respecto a la venta de los productos agrícolas, comercializadores y distribuidores se llevan el 80% del beneficio de la venta. El desarrollo de plataformas digitales de comercialización de productos agrícolas podría redistribuir los beneficios, más hacia la producción que hacia la comercialización. Además, tecnologías que mejoren la planificación de las tareas agrícolas podrían permitir que las recolecciones se planificaran conforme a los niveles de consumo local.
Por la importancia del sector, el proceso de digitalización de la agricultura necesariamente se tiene que producir mediante tecnologías sencillas, de rápida implantación, de ámbito global, y principalmente de bajo coste.
Enlaces externos
Agricultura de precisión (Comisión Europea)
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