Síntomas de las necesidades nutricionales de la plantas
Futurcrop - 14-04-2020
Nutrientes del suelo
Las plantas necesitan para su crecimiento ciertos nutrientes que se encuentran en diferente proporción en los suelos. Los nutrientes básicos de las plantas son el nitrógeno, el fósforo y el potasio, macronutrientes denominados primarios, y el magnesio, calcio y azufre, que son los denominados macronutrientes secundarios. Las plantas necesitan además hierro, manganeso, zinc, boro, cobre, molibdeno y cloro, que son los denominados micronutrientes.
Ambos tipos, macro y micro nutrientes son necesarios. Aunque los primeros lo son en cantidades mayores, los micronutrientes (también llamados oligoelementos), no sobrepasan el 0.01% de la materia seca, se requieren en poca cantidad pero son también imprescindibles.
De manera general, los suelos tienen las condiciones necesarias para suministrar a las plantas la mayoría de los nutrientes que requieren para su crecimiento. Sin embargo, como consecuencia de factores como la intensificación de los métodos agrícolas, que persiguen incrementar rápidamente la producción, los nutrientes del suelo se van agotando. Actualmente, la mayoría de los agricultores aplican fertilizantes inorgánicos, que utilizan nitratos, iones de fosfato o de potasio, para aportar los macronutrientes primarios. La carencia de micronutrientes se soluciona aportando fertilizantes a base de quelatos. Tradicionalmente la agricultura utilizaba estiércol y compost (abonos orgánicos), que se transforman en sales minerales que enriquece la composición del suelo. A largo plazo, la aplicación de insumos inorgánicos ha conseguido incrementar la producción agrícola, pero ha perjudicado el balance natural de los suelos agrícolas, al no aportar materia orgánica y reducir el contenido de oxígeno del suelo.
También puede suceder que el problema nutricional no sea consecuencia de la ausencia o escasez de un nutriente en el suelo, sino de las condiciones del propio suelo que impiden una adecuada solubilización y absorción por la planta. La planta puede no conseguir absorber los nutrientes disponibles en el suelo por varios motivos. Los suelos alcalinos, con un alto pH, convierten en compuestos insolubles todos los micronutrientes, excepto el molibdeno. También puede suceder que el exceso de un nutriente en el suelo impide la absorción de otro, es el caso del antagonismo entre nutrientes. Por ejemplo, suelos ricos en potasio pueden dificultar la absorción del magnesio. Relación antagónica entre nutrientes que también existe entre el calcio y el potasio. O los problemas nutricionales se pueden deber a que la propia planta tenga problemas de absorción de nutrientes, debido a raíces dañadas o poco desarrolladas. También las condiciones climatológicas (temperatura y humedad) influyen en la absorción de nutrientes.
Movilidad de los nutrientes
La ubicación de los síntomas de las carencias nutricionales en las plantas depende de la movilidad de los nutrientes desde las hojas viejas hacia las partes nuevas. Los nutrientes tienen mayor o menor movilidad a través del floema de las plantas. El nitrógeno, el fósforo y el potasio se trasladan rápidamente desde las hojas viejas a las partes nuevas. En consecuencia, los síntomas de la carencia de estos elementos se producen inicialmente en las hojas más viejas. Por el contrario, otros nutrientes, como el calcio y el boro, no se trasladan nunca desde las hojas viejas a las partes nuevas y, por consiguiente, los síntomas de carencias de estos elementos se presentan en las partes jóvenes de la planta.
La provisión de nitrógeno influye en el movimiento de algunos nutrientes, como el azufre. Cuando abunda el nitrógeno, los síntomas de la carencia de azufre se presentan al inicialmente en las hojas jóvenes. Pero cuando hay escasez de nitrógeno y azufre los síntomas de escasez de azufre se presentan inicialmente en las hojas más viejas.
Síntomas de deficiencias y toxicidad de nutrientes
Los efectos del exceso o defectos nutricionales dependen de la influencia que ejerce cada nutriente en los procesos fisiológicos y bioquímicos de la planta. La falta de nutrientes en las plantas se puede manifestar de varias formas, a través del amarilleo de las hojas, menor producción de flores y frutos, menor crecimiento, etc. Los síntomas de muchas enfermedades de las plantas y la carencia o exceso de nutrientes pueden confundirse fácilmente. En ocasiones es difícil evaluar cuándo una clorosis, moteado, necrosis, etc es síntoma de una enfermedad o de una carencia nutricional. La clorosis, por ejemplo, es una anormalidad fisiológica por la que el follaje produce insuficiente clorofila y las hojas no tienen una coloración normal verde, sino de un verde pálido, amarillo o amarillo blanquecino. La clorosis se produce, entre otros motivos, por la deficiencia de nutrientes (hierro, magnesio y nitrógeno), y puede estar agravada por un nivel alto de pH. Pero la clorosis también puede ser síntoma de enfermedades infecciosas como la tristeza de los cítricos o la clorosis variegada de los cítricos. Por ese motivo, primero un análisis para determinar la existencia de un patógeno, seguidamente un análisis foliar para determinar la carencia o exceso de algún nutriente.
Existen algunos factores que pueden permitir un primer diagnóstico visual, como son la localización de los síntomas y su tipología. Aunque hay que tener en cuenta que en ocasiones los cultivos manifiestan las carencias nutricionales o las toxicidades de una manera específica (puede suceder que diferentes especies manifiesten de manera distinta la misma deficiencia nutricional). El diagnóstico visual requiere un enfoque sistemático. Aunque existen 13 nutrientes que expresan síntomas de deficiencia, el diagnóstico de su exceso o carencias puede ser simplificado evaluando el tipo de síntoma (clorosis, enanismo, etc.) así como la localización del síntoma (hojas viejas, hojas jóvenes).
Teniendo esto en cuenta, describimos a continuación los síntomas más generalizados en relación con los desajustes nutricionales de las plantas.
MACRONUTRIENTES
Nitrógeno (N)
Función:
- Favorece el crecimiento vegetativo
- Activa el crecimiento, aumenta la producción de hojas y mejora la calidad de las hortalizas.
- Es uno de los constituyentes de la clorofila, que permite la fotosíntesis, y por tanto contribuye al color verde de las plantas.
Síntomas de deficiencia:
- Las hojas, inicialmente las más viejas, son de color verde pálido, tirando a amarillo, tienen bordes morados y naranjas, se quedan rígidas y no crecen lo suficiente.
- La planta no crece, aunque puede florecer, y sufre debilidad general.
- Nacen menos flores y la cosecha es de baja calidad.
Síntomas de exceso:
- Las raíces no se desarrolla bien, la planta tiene un crecimiento mayor de lo habitual, pero las plantas son más frágiles, y les afectan fácilmente las plagas, las enfermedades y las condiciones climatológicas adversas.
- El follaje no es muy abundante, y las hojas son de color verde oscuro. Se produce una menor floración de lo habitual, caída de flores y frutos. La maduración es tardía y los cultivos tienen bajos rendimientos.
- En los árboles frutales puede aparecer gomosis (exudación de goma por tronco y ramas).
Fósforo (P)
Función:
- Contribuye al desarrollo de las raíces.
- Favorece el desarrollo de las plántulas.
- Da vigor a las cultivos, y mejora su resistencia a las bajas temperaturas y a las enfermedades.
- Influye en la floración de la planta, así como en la fructificación y la maduración de los frutos.
- Estimula la formación de semilla.
- Forma parte de la fotosíntesis.
Síntomas de deficiencia
- Raíces con poco desarrollo.
- Las hojas viejas presentan un color verde pálido, con los bordes secos. El follaje y las raíces se desarrollan menos de lo normal y la planta produce menos semillas. Se produce retraso y baja floración, y por consiguiente escasa producción de frutos y semillas.
Solución
Abonar con un fertilizante rico en fósforo, aumentando la dosis en suelos alcalinos.
Toxicidad
Un exceso puede provocar la fijación de elementos como el zinc en el suelo
Potasio (K)
Función
- Favorece el crecimiento vegetativo, la fructificación, la maduración y la calidad de los frutos.
- Aumenta la resistencia de la planta a las enfermedades, la sequía y el frío.
Síntomas de deficiencia
- Las hojas viejas tienen los bordes necróticos, amarillentos y marrones, mientras que las hojas jóvenes se vuelven rojizas.
- Hojas y brotes pueden llegar a secarse.
- Se reduce la floración, fructificación y desarrollo general de la planta.
- Como consecuencia de la deficiencia de potasio, se produce un bajo rendimiento, mala calidad y mucha pérdida de producto.
Síntomas de exceso o toxicidad
El exceso de potasio bloquea la fijación de magnesio y calcio.
Magnesio (Mg)
Función
- Es un componente básico de la clorofila, e interviene en la fotosíntesis.
Síntomas de deficiencias
- Reducción de la cosecha y del tamaño de los frutos.
- En las hojas viejas se ven espacios entre las nervaduras de color amarillo. Las hojas pueden volverse quebradizas y doblarse hacia arriba. Las puntas y los bordes de las hojas pueden tornarse rojizo-púrpura.
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Síntomas de exceso o toxicidad
Un exceso de magnesio provoca carencia de calcio.
Calcio (Ca)
Función
- Estimula el desarrollo de raíces y hojas.
Síntomas de deficiencia
- La carencia de calcio se manifiesta en los órganos jóvenes, principalmente en las hojas. En los frutos, la deficiencia de calcio causa enfermedades como la necrosis apical del tomate.
Síntomas de exceso o toxicidad
El exceso de calcio provoca deficiencia de magnesio o de potasio.
Azufre (S)
Función
- Muchos cultivos (como las oleaginosas, crucíferas, leguminosas, forrajes, liliáceas y algunas hortalizas) necesitan importantes cantidades de azufre para su desarrollo.
- El azufre ayuda al crecimiento vigoroso de las plantas, interviene en la formación de la clorofila y contribuye a mantener su color verde. Actúa sobre el contenido de azúcar de los frutos. Estimula la producción de semillas.
Síntomas de deficiencia
- Las deficiencias de azufre se manifiestan en la apariencia amarilla de los cultivos, y el lento crecimiento de la planta, de tallos cortos, con una debilidad estructural general. Clorosis en las hojas jóvenes y amarilleamiento de los nervios foliares. La deficiencia de azufre también se manifiesta en el desarrollo prematuro de las yemas laterales y la formación incompleta de los frutos.
- El azufre no tiene movilidad en el floema de la planta por lo que las hojas inferiores no muestran síntomas de deficiencia más graves que las superiores.
MICRONUTRIENTES
Hierro (Fe)
Función:
- Interviene en la síntesis de la clorofila.
Síntomas de deficiencia
- La deficiencia de hierro es uno de los desórdenes nutricionales más importantes, pues reduce el rendimiento de las cosechas, pudiendo causar pérdidas económicas.
- El hierro es un elemento poco móvil en el floema de las plantas, por lo que los síntomas de su deficiencia se presentan en las hojas jóvenes, como la clorosis intravenosa (hojas amarillas con venas verdes). Posteriormente, todas las hojas amarillas se abarquillan y caen. Este tipo de clorosis, provocada por la deficiencia de hierro en la planta se denomina clorosis férrica.
- Cuando los síntomas se presenten en hojas adultas, significa que la deficiencia ya es severa.
Solución a la deficiencia de hierro
- Proporcionar a la planta quelatos de hierro (por vía radicular o por vía foliar).
Síntomas de exceso o toxicidad
- La toxicidad sucede debido a un pH bajo en el suelo o a una aplicación excesiva de hierro. Produce manchas necróticas en las hojas.
Manganeso (Mn)
Función
- Fomenta la formación de raíces laterales.
- Activa el crecimiento.
Síntomas de deficiencia
- Produce clorosis intervenal en las hojas jóvenes y una aureola verde alrededor de los nervios, clorosis en las hojas más viejas, con lesiones necróticas y malformaciones.
Síntomas de exceso o toxicidad
- En las hojas más viejas se puede observar manchas de color café, rodeadas por una zona clorótica circular.
Zinc (Zn)
Función
- Interviene en la formación de clorofila, y en la conversión de almidones en azúcares. Su presencia en el tejido foliar ayuda a las plantas a resistir las bajas temperaturas.
Síntomas de deficiencia
- La carencia de zinc produce una reducción significativa en la calidad y el rendimiento de los cultivos. Produce diversos síntomas: reducción de la altura de la planta, manchas marrones en las hojas superiores, clorosis (a menudo intervenal) en las hojas nuevas, manchas necróticas en las orillas o en las puntas de las hojas. Las hojas nuevas son más pequeñas y con frecuencia están enroscadas hacia arriba o deformes. Se produce escaso desarrollo de los botones, por lo que se el florecimiento y las ramificaciones se reducen. Las hojas viejas aparecen bronceadas y se caen fácilmente.
- La carencia de zinc produce una reducción significativa en la calidad y el rendimiento de los cultivos. Produce diversos síntomas: reducción de la altura de la planta, manchas marrones en las hojas superiores, clorosis (a menudo intervenal) en las hojas nuevas, manchas necróticas en las orillas o en las puntas de las hojas. Las hojas nuevas son más pequeñas y con frecuencia están enroscadas hacia arriba o deformes. Se produce escaso desarrollo de los botones, por lo que se el florecimiento y las ramificaciones se reducen. Las hojas viejas aparecen bronceadas y se caen fácilmente.
Solución a deficiencia
- Realizar aplicaciones de quelatos de zinc (aproximadamente un 14% de zinc), sulfato de zinc, la fuente más utilizada (25-36% de zinc) u óxido de zinc (70-80% de zinc). Las aplicaciones foliares no son tan eficaces como las aplicaciones al suelo.
Síntomas de exceso o toxicidad
- Menor tamaño en las hojas, clorosis en las hojas más nuevas, hojas con puntas necrosadas, retraso en el crecimiento de la planta y/o crecimiento radicular reducido.
- El exceso de zinc provoca una deficiencia de hierro.
Boro (B)
Funciones
- Interviene en el rendimiento y la calidad de la cosecha.
- Determinante para el desarrollo de semilla y frutos. Es esencial para la buena calidad de las semillas de las leguminosas.
Síntomas de deficiencias
- Las plantas con deficiencia de boro presentan un aspecto de arbusto con muchas ramificaciones, la floración a menudo no existe, y cuando hay frutos éstos suelen estar mal formados. Crecimiento lento de hojas y tallos. Muerte de los ápices y brotes laterales, debido a la disminución de los contenidos en ácidos nucleicos
Síntomas de exceso o toxicidad
- El exceso de boro se manifiesta por la clorosis y necrosis de los puntos de crecimiento, que se expanden hacia el resto de la hoja. Posteriormente las hojas se caen. Puede llegar a producirse la muerte de la planta.
Cobre
Función
- El cobre es necesario para producir semillas viables.
- Afecta el color y al sabor, pues influye en el contenido de azúcar de las frutas.
- El cobre no se debe aplicar a los suelos sin un análisis previo de suelos y plantas, pues los efectos tóxicos de una aplicación excesiva pueden durar años.
Síntomas de deficiencia
- Al ser inmóvil en el floema de la planta, los síntomas de su deficiencia se presentan en las hojas nuevas. Normalmente se observa un enrollamiento y una leve clorosis de las hojas (con pequeños puntos necróticos en sus bordes). Las hojas se vuelven pequeñas. Escasa producción de semillas y bajo rendimiento de frutos.
- Al ser inmóvil en el floema de la planta, los síntomas de su deficiencia se presentan en las hojas nuevas. Normalmente se observa un enrollamiento y una leve clorosis de las hojas (con pequeños puntos necróticos en sus bordes). Las hojas se vuelven pequeñas. Escasa producción de semillas y bajo rendimiento de frutos.
Síntomas de exceso o toxicidad
- Los síntomas aparecen en los tejidos jóvenes de la planta, clorosis de las hojas que llegan a tener un color casi blanco.
Molibdeno (Mo)
Función
- Interviene en las fases iniciales del desarrollo de los cultivos, asegurando el buen desarrollo de los brotes, y facilitando el crecimiento de la planta.
- Indispensable para el desarrollo de las leguminosas pues es usado por las bacterias simbióticas que fijan el nitrógeno atmosférico.
Síntomas de deficiencias
- El molibdeno tiene dos características importantes:
- es un nutriente móvil en el floema de la planta, por consiguiente los síntomas de una deficiencia se manifiestan en las hojas intermedias y en las más viejas, pero se propaga hacia el tallo y afecta a las hojas nuevas.
- su disponibilidad disminuye a medida que disminuye el pH del sustrato. Por lo tanto, si se sospecha una deficiencia de molibdeno hay que verificar el pH del sustrato. Si el pH es el adecuado (su disponibilidad en el suelo se incrementa en la medida que el pH es más alcalino), hay que verificar la deficiencia mediante un análisis foliar.
- Las plantas con carencia de molibdeno tienen hojas de tamaño reducido, cloroticas y moteados de color marrón. Pueden tener zonas necróticas en la punta, que se extienden hacia los bordes. En ocasiones las hojas se deforman. Algunas plantas muestran deformación de los tallos y pecíolos.
- El molibdeno tiene dos características importantes:
Síntomas de exceso o toxicidad
- Se producen pocos casos de toxicidad. Las hojas muestran un amarillo dorado. Aunque el exceso de molibdeno no es importante para los cultivos, en forrajes puede terminar por afectar al ganado que lo consume.
Cloro (Cl)
Función
- Interviene en el proceso de la fotosíntesis, y además es un agente osmótico que ayuda al turgor celular de la planta.
Síntomas de deficiencias
- En condiciones naturales de campo es difícil que se produzcan deficiencias de cloro en las plantas.
- El cloro es poco móvil en las plantas, por lo que las hojas basales más viejas de la planta presentan mayor contenido, a diferencia de lo que ocurre con las hojas nuevas de los brotes, que presentan una menor concentración. Cuando existe una deficiencia de cloro se observa clorosis de las hojas jóvenes y marchitamiento de la planta.
Síntomas de exceso o toxicidad
- El exceso de cloro es frecuente en zonas áridas y cercanas a la costa. Se manifiesta mediante el quemado del borde de la hoja, su bronceado y amarilleamiento prematuro, y su posterior caída.
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