Cómo controlar la Psila del Peral
Futurcrop - 08-08-2019
Hasta la segunda mitad del siglo XX, la psila del peral (Cacopsylla pyri) era considerada una plaga secundaria. El problema del control de esta plaga aumentó como consecuencia del uso intensivo de pesticidas y ciertas técnicas de la agricultura intensiva.
El tratamiento químico generalizado para controlar la Psila del peral consiste en un mínimo de momentos de aplicaciones: una fase de tratamiento que se realiza con la caída de la hoja, dirigido a los adultos de invierno, utilizando piretroides, pesticidas no selectivos y por consiguiente dañinos contra la fauna auxiliar beneficiosa de la plaga. Un segundo momento de tratamientos, al final del invierno, igualmente utilizando piretroides de amplio espectro, con el fin de eliminar las hembras, que están a punto de realizar las primeras puestas. Y la fase de tratamientos realizados durante la primavera y el verano, dirigido a eliminar los huevos y ninfas de la segunda generación, por los daños que causan en brotes y frutos. Muchas de las materias activas que se utilizaban hace 10 o 15 años, están actualmente prohibidas (por ejemplo, hexaflumuron -prohibido en 2004-, y triflumuron -en 2009),
El problema que plantea la Psila del peral es su presencia constante en los cultivos, pues hiberna como adulto y, a partir de los 10ºC, se activa y comienza la fase de apareamiento y puesta de huevos. Por ese motivo, los agricultores que realizan exclusivamente control químico aplican tratamientos básicamente durante todo el año, incrementándolos a partir del cuajado del fruto.
Sin embargo, la realidad es que cuanto más insecticidas químicos no selectivos se utilicen para controlar esta plaga, con mayor facilidad desarrollará resistencia a los mismos y menos enemigos naturales (depredadores y parasitoides) la controlarán naturalmente. La repetición de tratamientos de amplio espectro eliminan las poblaciones de Anthocaris sp., Chrysoperla carnea, Orius, que de manera natural mantenían el control de la Psila.
La Psila del peral es una cicadela pequeña (Cicadellidae) con alas traslúcidas. Su color y tamaño varía según sean los especímenes que sobreviven al invierno o se desarrollen en verano.
Como todos los insectos, su desarrollo biológico está directamente condicionado por las condiciones meteorológicas. Por ejemplo, con una temperatura de unos 10º C la Psyla necesita alrededor de 100 días para completar su ciclo de vida (de huevos a adultos); en cambio, con una temperatura media de 23º C su desarrollo completo sucede en apenas un mes. Con temperaturas superiores su ciclo de vida puede reducirse a una semana. Por tanto no es posible determinar el momento adecuado de los tratamientos por las estaciones meteorológicas o los días de calendario. Porque el desarrollo del ciclo biológico puede variar tanto que los tratamientos sean ineficientes, se dañe innecesariamente el medio ambiente, se incorporen residuos químicos a los frutos y se realice un gasto innecesario.
En el calendario de eventos biológicos de la plaga que calcula FuturCrop (Figura I) -en este caso para el cultivo del peral en un campo específico de Cataluña-, podemos observar cómo se acorta el ciclo de vida de la psylla del peral en los meses de Junio-Agosto. De hecho, los agricultores, aunque desconocen las fechas concretas, saben que se acorta el ciclo de la plaga e incrementan la frecuencia de los tratamientos químicos, hasta realizar pulverizaciones semanales, con la esperanza de que algún tratamiento contra huevos y ninfas acabe teniendo efecto. En este sentido, conocer con precisión, incluso predecir, los momentos de desarrollo del ciclo biológico incrementa en un 80% la eficiencia del tratamiento.
Tabla I. Los cálculos que realiza FuturCrop se muestran en forma de calendario, indicando gráficamente el inicio de las fases
de huevos y adulto de la Psila del Peral, para un campo específico de Cataluña.
En general, se sabe de la Psila del peral que su actividad como adultos se inicia en enero y prácticamente acaba en octubre, y que el número de generaciones que realiza está entre 6 y 9 durante un ciclo vegetativo del peral. Pero estas generalidades pueden cambiar, dependiendo de las condiciones climatológicas variables, como se puede observar en la integral térmica que calcula FuturCrop (tabla II).
Tabla II
El desarrollo de la psylla del peral pasa por cinco estados de ninfa que se alimentan de la savia de la planta, y que son los principales causantes de la melaza sobre las hojas y ramas.
Las ninfas de la primera generación penetran en las yemas y allí se refugian de los tratamientos. En las demás generaciones se encuentran entre los brotes de crecimiento y en las axilas de las hojas.
Los daños causados por la Psila del peral son fácilmente reconocibles:
- Daños directos
- Asociados a las picaduras que realizan las ninfas y adultos para succionar la savia, provocando debilitamiento de la planta, la reducción del crecimiento de las partes vegetativas, o malformaciones
- La excreción de una melaza pegajosa sobre los órganos atacados, que da lugar a manchas y necrosis, reducen la inducción floral, dificulta la fotosíntesis y provoca la depreciación de los frutos para el mercado.
- Daños indirectos, en tanto que los adultos de la Cacopsylla piri son insectos vectores de la transmisión del fitoplasma asociado al decaimiento del peral, células procariotas (no virus), parásitos del floema de las plantas. El fitoplasma lo adquiere la psylla al alimentarse de una planta infectada, y lo transmite a una planta sana mediante la saliva, al alimentarse del floema. El fitoplasma se reproduce en el cuerpo del insecto, por tanto el insecto infectado lleva el patógeno durante toda su vida.
Los síntomas de la presencia de estos patógenos son amarilleo o clorosis, enrojecimiento precoz de las hojas, esterilidad de las flores, los pétalos adoptan un color verde, onanismo, enrolamiento de las hojas, decaimiento, etc. Con el tiempo, el árbol puede llegar a morir.
El aspecto fundamental para el éxito del control de la Psila del peral es el conocimiento detallado de su ciclo de vida. Las primeras formas de adulto hibernante aparecen en septiembre, refugiándose individualmente o en pequeños grupos, generalmente en la corteza del árbol, Cuando aumentan las temperaturas, los primeros adultos comienzan su actividad, alcanzando las hojas apicales, donde punzan los brotes con sus estiletes, succionan la savia y excretan melaza. En el mes de enero las hembras alcanzan su madurez, pueden aparearse y poner huevos. Pero la temperatur, que no es una constante en la Naturaleza, determina el momento en que se inician esos procesos, y su duracción. La temperatura real del campo es la base del cálculo que realiza FuturCrop para determinar las fechas de las fases de desarrollo de la plaga, para conseguir así que los tratamientos se limiten a su eficiencia.
El muestreo del cultivo es fundamental para verificar el estado de desarrollo y la densidad poblacional de la plaga. Teniendo en cuenta la fenología del peral, durante la prefloración es necesario hacer un seguimiento de la proporción de machos y hembras, y de la madurez de éstas a partir de las capturas realizadas, así como un control de las puestas de huevos. Durante el período de post-floración es conveniente realizar una inspección visual de los corimbos (antes del cuajado) o de los brotes (después de cuajado). El período entre la aparición de la yema roja hasta la coloración del fruto es un momento de especial vigilancia.
Además, se pueden realizar medidas preventivas para el control de la Psila del peral, como son evitar el exceso de fertilización nitrogenada y el exceso de vegetación, o realizar poda en verde, es decir, cuando el árbol no tiene fruta, una poda de los brotes más jóvenes que es donde se situará la Psila.
Post relacionados
Cómo la aplicación de insecticidas ha creado problemas donde no los había
Cómo favorecer la biodiversidad y el control biológico de plagas
Software para el control eficiente de la Carpocapsa (Cydia pomonella)
Los 10 errores más frecuentes en el control de plagas agrícolas
Cálculo automático del Ciclo de Biológico de los insectos para el control de plagas
Ahorro de hasta el 60% en tratamientos fitosanitarios de las principales plagas del peral
Los efectos del Cambio Climático en las plagas
Control de plagas y transferencia tecnológica: Bactrocera zonata