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La identificación de las plagas por los daños en los cultivos

La identificación de las plagas por los daños en los cultivos

Admin Futurcrop - 27-03-2018

Frecuentemente, cuando no se realiza un monitoreo regular, o cuando no se utiliza una herramienta que controla automáticamente las condiciones de desarrollo de las plagas, como FuturCrop, suele detectarse antes el daño causado sobre los cultivos que la propia plaga. Se descubren los daños causados en la planta (hojas, tallos, raíz, flor o fruto) o los residuos que dejan las plagas cerca del lugar donde se alimentaron (en forma de melazas, gránulos, material parecido al serrín o excrementos oscuros húmedos). También podemos observar que las plantas están poco desarrolladas y no crecen adecuadamente, que tienen hojas deformes o dañadas, se ven amarillas o de un color verde ligero, o simplemente que se ven marchitas y caídas

 

Los efectos de la acción de las plagas al alimentarse es un buen indicio de la presencia de plagas en los cultivos. Y tener un adecuado conocimiento de las diferentes formas en que los insectos se alimentan de las plantas ayuda a identificar la plaga y a desarrollar controles y estrategias para su control.

 

De hecho, los insectos de cada grupo tienen patrones de daño característicos que ayudarán a identificar al causante del daño y, por consiguiente, acertar con su tratamiento adecuado. Según los hábitos alimenticios de los insectos, suele ser habitual agruparlos, de manera general, en masticadores, chupadores, minadores y barrenadores.

 

Las plagas de insectos masticadores poseen mandíbulas y maxilas con las que trituran los tejidos vegetales. A este grupo pertenecen las larvas de algunos lepidópteros (orugas) y los adultos y larvas de coleópteros (escarabajos), los ortópteros (grillos, chapulines y langostas) y los himenópteros (hormigas). Como consecuencia de su acción alimenticia, a menudo se ven señales de daños causados por estos insectos en los márgenes foliares rotos o desiguales y en las hoja, de las que quedó su esqueleto, o en las hojas minadas.



Escarabajo de la patata
Trips
Lymantria dispar
Hormigas


Entre este grupo de insecto están los minadores de hoja, que actualmente causan graves daños a los cultivos. La plaga de minadores suele combinar varios tipos de acción sobre los cultivos pues las hembras adultas agujerean el haz de las hojas para extraer la savia de la planta. Y su larva excava galerías o túneles en las hojas. El insecto plaga se desarrolla en el interior de las hojas, en el mesófiolo  (es decir, el tejido que se encuentra entre las epidermis del haz y del envés de las hojas), alimentándose del parénquima foliar, provocando daños en la estructura de las plantas, al realizar galerías o minas que posteriormente se necrosan. Destroza sus tejidos celulares, disminuye su capacidad fotosintética, reduce el crecimiento de las plantas, llegando a dificultar o impedir la maduración de los frutos.

 

Hay cuatro especies de minadores de hoja que son muy comunes y afectan gravemente a las hortalizas: el minador del tomate (Liriomyza bryoniae), el minador americano (Liriomyza trifolii), el minador sudamericano del guisante (Liriomyza huidobrensis) y el minador de hojas (Liriomyza strigata). Dichas plagas se han constituido en un problema creciente en la agricultura. En condiciones normales, las larvas de estas especies eran parasitadas por sus numerosos enemigos naturales. Pero los problemas con los minadores de hoja se han incrementado como resultado del uso de pesticidas de amplio espectro, a consecuencia de los cuales los enemigos naturales mueren, y a la resistencia de los minadores a esos insecticidas , como consecuencia de la presión evolutiva. Además, dado que se alojan dentro de los tejidos vegetales, muchas veces los pesticidas no logran hacer su efecto.

 

Los minadores de hoja son una plaga polífaga y ocasiona daños tanto en cultivos hortícolas como en plantas ornamentales. Las larvas de ciertas polillas nocturnas (Lepidópteros) son plagas minadoras muy destructivas, como es el caso de la polilla del tomate (Tuta absoluta), que se alimenta de la hoja, pero también ataca al tallo y a los brotes apicales. De hecho, al acabar la plaga con los brotes, el crecimiento de la planta se detiene, bloqueando sus ritmos biológicos como la formación de flores y frutos.


Daño de los minadores de hoja
Lyromiza
Lyromiza
Pupa de Lyromiza
Tuta absoluta

 

Los insectos chupadores tienen un tipo de trompa o pico (probóscide), y lo usan a modo de estilete para penetrar en los tejidos vegetales (brotes, ramas, flores o frutos), succionando los fluidos de las plantas. Además de los daños que causan al perforar la planta, pueden transmitir distintos tipos de virus que ya traen de otras plantas, o facilitan la entrada de otros patógenos y microorganismos. A menudo, la decoloración, marchitamiento o manchas foliares, la presencia de mielato (sustancia algunos insectos que se alimentan de savia, como los pulgones y algunas cochinillas) o la falta general de vigor en la planta son síntomas del daño causado por este tipo de plagas.. Estos insectos pueden atacar al cultivo incluso, desde que la planta está emergiendo. Generalmente los chupadores viven en congregaciones, por ello, es posible encontrar en las ramillas los diferentes estados de su ciclo de vida. En general, los insectos chupadores son muy difíciles de controlar y pueden generar fácilmente fenómenos de resistencia a las sustancias que se utilizan para combatirlos.


En esta categoría, por los daños causados en las plantas y por la gravedad que están adquiriendo como plagas, destacan los áfidos o pulgones, el piojo de San José, ácaros, trips y la mosca blanca,



Pulgones
Piojo de San José
Ácaros
Trips
Mosca blanca

Los pulgones prefieren los tejidos tiernos de las plantas, por esa razón se encuentran preferentemente en los brotes nuevos de hojas y en los botones florales. Su acción sobre la planta favorece la aparición de la fumagina, también conocido como negrilla,  (una patología de las plantas producida por el desarrollo de un hongo que se desarrolla sobre un sustrato glúcido presente en la superficie de los vegetales, en este caso la melaza secretada por los pulgones). La fumagina interfiere con la fotosíntesis, reduce el vigor de la planta y puede producir el manchado de frutos. Los daños más serios se producen cuando los cultivos son jóvenes. En las plantas adultas provoca una reducción del rendimiento y la producción.

Daños causados por pulgones

El piojo de San José, también llamado cochinilla perniciosa o caspilla, ataca a los frutales de hueso y pepita. Se fija en forma de colonias de escudos, sobre ramas, hojas y frutos. Se alimenta succionando la savia, provocando un debilitamiento del árbol y una reducción de la cosecha. Cuando se actúa sobre el fruto, éste se devalúa comercialmente pues produce unas manchas rojas sobre la piel, marcando la zona en la que se ha fijado la cochinilla.

Daños causados por el Piojo de San José

Los daños causados por los ácaros consisten fundamentalmente en lesiones en la epidermis de las hojas (inicialmente por el envés) y absorción de la savia. Los ácaros se alimentan sobre todo de la base de la hoja, cerca del pecíolo, debido a lo cual la hoja se vuelve marrón y sus bordes se enrollan. O bien aparecen manchas amarillentas, producidas por la desecación de los tejidos. Y, en ocasiones, las zonas afectadas se decoloran y posteriormente se necrosan. También puede atacar a los frutos que, sin llegar a secarse, se deprecian en su valor comercial. Debido a su alimentación, los ácaros pueden provocar una disminución de la superficie foliar, lo cual implica una disminución de la fotosíntesis. Cuando las poblaciones son muy elevadas se produce un retraso en el crecimiento de la planta y disminución de la producción, pudiendo pudiendo originarse la defoliación y posterior muerte de la planta.


Daños causados por ácaros

La alimentación de los trips, perforando y succionando la superficie de las hojas provoca, manchas amarillentas, blancas o plateadas. También es posible observar manchas negras que son residuos, los excrementos de estos insectos. La plaga puede provocar daños estéticos a los frutos, en forma de manchas cobrizas o amarillentas, puede reducir la producción de la planta y, con grandes niveles de infestación, las hojas pueden secarse. Además los trips son el vector más importante del virus del bronceado del tomate (TSWV). Transmiten también el virus del mosaico del tabaco (TMV).


Daños causados por Trips

La mosca blanca, como gran parte de las plagas chupadoras de la savia de las plantas, interfiere con las labores de fotosíntesis de los cultivos, y puede causar daños indirectos, a partir de las picaduras para su alimentación, mediante la transmisión de diversos tipos de virus  (como la hoja arrugada de la calabaza, el amarillamiento de las curcubitáceas, o la hoja plateada de la calabaza, etc). Además, la mosca blanca también segrega una sustancia, que interfieren o impiden el proceso de fotosíntesis de la planta y favorece el desarrollo del hongo causante de la fumagina. Como consecuencia de la acción de la mosca blanca, es frecuente el amarilleamiento de las hojas, el debilitamiento de la planta y la formación de frutos de baja calidad.


Daños causados por Mosca blanca
 
 
La característica principal de los insectos barrenadores es que estas plagas penetran en las plantas, perforan el tallo de la planta o minan túneles angostos dentro de la hoja, el fruto y la raíz. Suelen atacar a ejemplares débiles, con falta de nutrientes. Entre estos insectos están las larvas de los algunas moscas (Dípteros),  orugas (Lepidópteros) y de escarabajos (Coleópteros).
 
Las larvas de determinados escarabajos causan graves daños forestales, barrenando troncos y ramas de árboles. Es el caso de los crisomélidos, escarabajos defoliadores, como el la galeruca del olmo (Xanthogaleruca luteola), o los gorgojos (Curculionidae spp.), como el picudo rojo, cuya larva se alimenta en el interior de cocoteros y palmeras llegando a causarles la muerte. Las larvas de los insectos barrenadores se alimentan bajo la corteza del árbol.
 
En los cultivos las larvas se alimentan barrenado en raíces, tallos y frutos. Es el caso de varias larvas de lepidópteros, como el barrenador del fruto (Strymon basilide), que causa graves daños a la piña, el barrenador del maíz Ostrinia nubilalis), Gusano elotero (Helicoverpa zea), etc Gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), etc
 
Los barrenadores se suelen detectar porque en el exterior de la corteza aparece serrín de las perforaciones, o porque se ven ramas secas sin motivo aparente.
 
Helicoverpa armigera
 
Agrotis, gusano de alambre
Gusano cogollero
 
Escarabajo de la patata
 
 
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